Parroquia de Santa Ana

La Parroquia de Santa Ana contó con un antiguo edificio que se remontaba a la segunda mitad del siglo XVI y primeras décadas del siguiente. El templo se incendió en la pasada Guerra Civil y fue demolido en 1954, para posteriormente construir la actual Parroquia, cuyas obras finalizaron en 1960.

El proyecto de las obras las realizó el arquitecto diocesano Carlos Sáenz de Santa María, donde se reflejaban tres naves separadas por arquerías de medio punto.

Cuenta en su interior con un interesantes retablo de madera tallada y dorada procedente de la iglesia cordobesa de San Basilio, de la primera mitad del siglo XVIII.

Encima de la portada se eleva la espadaña, ambas de inspiración barroca y cuyos elementos arquitectónicos y ornamentales resaltan en amarillo sobre el fondo blanco.

No quedó nada del ajuar de la Iglesia de Santa Ana tras el saqueo sufrido e incendio en la Guerra Civil. En cuya desaparición deben encontrarse imágenes tales como la titular del templo, un crucificado concertado con Bernabé Gómez del Río en 1634, y la efigie de San Gregorio, que procedía de su ermita de Navagrande.
Respecto al ajuar de platería solamente se conserva un ostensorio de plata del siglo XVII, sin punzonar, de estilo renacentista, con decoración incisa y cabujones de esmalte; y dos piezas del siglo XVIII: un cáliz y un copón de sencilla decoración.

Las imágenes con las que cuenta actualmente la Parroquia son modernas, donde merece resaltar la de el Magisterio de Santa Ana, alojado en la hornacina central.

Esta Parroquia recibió la visita de importantes personajes como Santa Teresa de Jesús.