Gastronomía

Cocina plenamente serrana es la de Conquista y, por supuesto, está ampliamente relacionada con las piezas de caza. Son platos fervorosamente admitidos los que tienen liebre como ingrediente principal. Generalmente, cuando se caza una liebre, lo primero que se propone es guisarla con arroz y, de hecho, así se hace; pero también es frecuente prepararla al rustido o “hacer el rustido”, donde va la pieza guisada con laurel, cebolla, perejil y agua y se hierve hasta que quede en su jugo.
Típica, asimismo, es la perdiz, pero en salmorejo; que no se parece en nada al salmorejo campiñés ni a las porras archidonesas, pues no se hace de pan ni de tomate. El elemento fundamental del plato es la perdiz; pero cuando no es su tiempo, se sustituye por gallina vieja. Según receta de la mujeres de Conquista, la perdiz o la gallina vieja se cuecen con sal, pimienta y ajo. Cuando está cocida se saca y se pone al horno; luego se hace trozos chiquitos; el caldo se cuela; se cuecen huevos; las claras se parten y se echan al caldo; las yemas se machacan bajo chorrillos de aceite hasta hacer una masa en la cual entran los trozos del ave. Este es el salmorejo.
Son verdaderamente deliciosas las llamadas “morcillas del año”, elaboradas a base de grasa de cerdo ibérico y utilizando recortes de despiece y panceta descortezada, y otra morcilla llamada zanga, que es de cebolla.
La panadería es la de la comarca: a veces panes redondos, grandes, de tres kilos, y roscas, de cuatrocientos gramos. Fabrican perrunas todo el año; pero sus dulces más típicos son los llamados pelusos, que tienen forma de estrellas o de corazones y se hacen a base de manteca, harina, vino, aguardiente y zumos de naranja.