Se celebran cinco días de feria, los cuales comprenden el día de la festividad de la patrona de la localidad, con el 26 de julio, en este día, tras la función religiosa y la procesión, el Ayuntamiento ofrece un vino a los asistentes e invitados. Muestra de hospitalidad de este pueblo era la vieja tradición de que en la noche de Santa Ana todas las puertas de las casas quedaban entornadas, y con las llaves en sus cerraduras por el exterior, en señal de que a nadie se le negaba albergue esa noche.
Esta festividad, principal del municipio, se ameniza con diferentes actos para todos los públicos como pasacalles y diferentes actos deportivos populares.